domingo, marzo 18, 2007

Voy a volver al mar para lavarme de pecados. ¿Te has dado cuenta de todos los errores del pasado? Este camino no es mío, pero como si lo fuera. Y tu música me acompaña aunque me invite a quedarme en Madrid, alejado del ruido de las olas y las gaviotas que se robarán mi memoria como pedazos de pescado.

Ya es tarde, debería dormir. La cama me hace un guiño, dos. Uno más. Que se vaya al infierno. Me declaro insomne permanente, escritor añejo de tus formas (pechos, sexo, boca), poeta del absurdo aunque el Estado me proscriba. Tu me conoces: reto a las estructuras viviendo cómodamente de ellas.

Y entonces, toso como mecanismo de defensa. ¿Hasta cuándo las preguntas dejarán de existir en pos de un diálogo vivo y constante? Si yo tuviera las respuestas...

...pero no las tengo, y es así coo decido que dormir no es tan mala idea después de todo.